El estudio, realizado por la investigadora postdoctoral de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), Dra. Valeria Palma, buscó demostrar el impacto de los plaguicidas, tanto naturales como sintéticos, en el depredador de insectos plaga Rhyzobius lophantae. El estudio fue publicado en la revista científica Entomologia Generalis.

“Efecto letal y subletal de plaguicidas orgánicos y sintéticos sobre el depredador de plagas Rhyzobius lophantae” es el nombre de la investigación a cargo de la investigadora postdoctoral Dra. Valeria Palma de la Facultad de Ciencias UCSC, estudio que realizó junto a la profesora asistente Dra. Marcia González de la misma casa de estudios y la Dra. Doris Olivia de la Universidad de Valparaíso.

Debido a lo altamente contaminante tanto para el agua como para los suelos, el uso de plaguicidas se está intentando evitar en el mundo. Además, dañan a animales y, a insectos que contribuyen a la polinización, así como a otros que tienen un rol de controladores de plagas naturales. “Podríamos reemplazar estos plaguicidas por insectos, lo que se está haciendo hace un tiempo. Incluso se está utilizando tanto plaguicidas como insectos a la vez. El insecto por sí solo a veces no es tan efectivo”, comenta la Dra. Valeria Palma.

En concreto, en esta investigación, se buscó averiguar si los plaguicidas más utilizados para el control de plagas en Chile dañan a los insectos que cumplen un rol de controladores biológicos de las plagas, para luego analizar su acción en conjunto o el potencial desuso de los plaguicidas. Además, analizar el daño efectuado por los residuos que dejó el plaguicida en una superficie, en el tiempo, para así determinar si sería correcto aplicar primero el plaguicida y después liberar a los insectos. Finalmente, proponer una nueva forma de medir el daño subletal (el daño que no causó la muerte del insecto), que sea inmediata y utilizable en insectos pequeños. La Dra. Valeria Palma señala: “El controlador biológico que seleccioné fue Rhyzobius lophanthae, que es una chinita nativa de Chile, la cual es un excelente depredador de pulgones, mosquitas blancas y cochinillas, las cuales son de las principales plagas presentes en los cultivos de Chile, y que actualmente se comercializa en el país para combatir plagas”.

La investigación determinó el efecto de los residuos que deja el plaguicida una vez aplicado. La mayoría de los plaguicidas químicos más utilizados en Chile mataban al insecto incluso después de 49 días de ser aplicado.

El estudio evaluó además el efecto subletal, lo que determina que a veces si bien el plaguicida no daña el insecto, si lo deja con daños colaterales. “Evaluamos el estrés oxidativo que posee el insecto. Siempre que estamos en una situación de estrés, vamos a generar residuos físicos y químicos. Estos residuos afectan al organismo”, enfatiza la investigadora. “Cuando un organismo sufre un estrés, su cuerpo reacciona generando radicales libres y otros compuestos, los que generan un desequilibrio en el funcionamiento normal de las células, de hecho, pueden dañar el ADN, las proteínas y los lípidos que hay en la célula. Este estrés oxidativo influye en el desarrollo de varias afecciones en humanos, como el Parkinson, Alzheimer y el envejecimiento prematuro. En insectos, el estrés vendría dado por la toxicidad que tienen los plaguicidas, mientras más tóxico el plaguicida, más estrés tendrá y más radicales formará”, complementa la Dra. Valeria Palma respecto al efecto de estrés oxidativo generado por el efecto subletal.

Parte de los resultados determinaron que todos los plaguicidas utilizados, tanto sintéticos como naturales, generaron un daño oxidativo en el insecto, incluso los de origen orgánico. Sin embargo, la cantidad de daño era menor en los plaguicidas orgánicos que en los sintéticos.

“Muchos de los plaguicidas que son utilizados comúnmente en Chile son altamente nocivos para los insectos nativos y que no son plagas, como el caso de Rhyzobius lophanthae. Entre estos encontramos, por ejemplo, los plaguicidas imidacloprid y thiamethoxam, los que se encuentran prohibidos en Europa. Así como matan a este insecto, puede ocurrir lo mismo con otros insectos en el camino. Los insectos tienen sus labores naturales en el ecosistema, la mayoría de ellos son polinizadores y gracias a ellos las plantas pueden reproducirse. En el caso de este insecto, controla plagas de manera natural. La idea sería fomentar su uso antes de los plaguicidas”, enfatiza la Dra. Valeria Palma respecto a la importancia de la investigación.

El estudio se realizó en el Instituto de Investigación Agropecuaria (INIA) de La Cruz, en la Región de Valparaíso.