Estudio liderado por la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) investigó propiedades de la quínoa y beneficios en la presencia de hongos endófitos, es decir hongos que viven en el interior de ella, sin causarles algún daño aparente.
Por Jean Pierre Molina

En los últimos años, la quínoa se ha hecho muy conocida como un plato saludable dentro de la alimentación regular. Con esta planta de interés agronómico, se analizó si los hongos endófitos que habitan en las raíces la ayudan a tolerar mejor algunas condiciones de estrés abiótico. En concreto, se analizó principalmente la sequía y la salinidad.

El trabajo fue realizado por la doctora Marcia González Teuber de la Facultad de Ciencias de la UCSC junto a la doctora Luisa Bascuñán de la Universidad de Concepción.

“Se trabajó con plantas de quínoa provenientes del Salar de Atacama, las cuales están constantemente sometidas a fuertes condiciones de estrés abiótico, tales como salinidad, sequía, radiación UV. La idea era investigar si los hongos que crecen asociados a las raíces de la quínoa en esta localidad, son benéficos para ella, en términos de mejorar su tolerancia frente a estos tipos de estrés. Por lo tanto, primero aislamos los hongos que crecen al interior de las raíces de la quínoa. Luego, estos hongos endófitos, previamente aislados, fueron inoculados en plantas jóvenes de quínoa, para así poder evaluar si esta asociación planta-hongo resulta benéfica o no para la planta”, sostuvo la doctora Marcia González.

Luego, el grupo de plantas que tenían presente el hongo en su interior, así como también el grupo control (libre de hongos), fueron sometidos a un tipo de estrés abiótico. Esto quiere decir a una condición de sequía extrema o a una condición de salinidad para la planta.

“En este proceso pudimos observar que la presencia del hongo en la planta mejora la capacidad de ésta para tolerar los diferentes tipos de estrés. Por ejemplo, cuando el hongo estaba presente, la fotosíntesis no se veía negativamente afectada por el estrés salino. Sin embargo, cuando el hongo no estaba presente, la fotosíntesis se veía impactada por la salinidad. El hongo es capaz de mantener la maquinaria fotosintética estable en la planta”, señaló la profesional.

Otro de los beneficios obtenidos de esta asociación planta-hongo es el mayor contenido de nitrógeno en el material foliar. También se estimularon algunas enzimas antioxidantes en las plantas cuando el hongo estaba presente, las que ayudan a la planta a protegerse contra el estrés abiótico, complementó la doctora González.

Bajo condiciones de sequía se observó que algunos atributos morfológicos de las plantas son los que mejoran en presencia del hongo. “Por ejemplo, la asociación con el hongo promovió la asignación de recursos hacia la biomasa subterránea en plantas; observándose que la formación de raíces mejoró en un 40% en presencia del hongo. Esto sin duda tiene un impacto positivo en las plantas bajo condiciones de sequía, ya que una mayor superficie radicular no solo mejora la captación hídrica en plantas, si no que también es un mecanismo clave para la persistencia de plantas en ambientes áridos”, afirmó la doctora Marcia González.