La investigación es parte del análisis que está realizando el estudiante Andrés Hernández del Magíster en Ecología Marina de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) y estudiará las redes tróficas presentes en el ecosistema de esta zona.

Bajo el título: “Caracterización de la estructura de la red trófica del ensamble de peces del delta del río Atrato en el golfo de Urabá, Caribe colombiano”, es el nombre de la investigación que está realizando el estudiante colombiano del Magíster en Ecología Marina UCSC, Andrés Hernández. Su tesis es dirigida por el Dr. Patricio Camus, con la codirección de la Dra. Isidora Ávila, también de la UCSC, y el Dr. Alejandro Sandoval de la Universidad de Antioquia (Colombia).

El estudio incluye una revisión de la información empírica y bibliográfica existente, y se basa principalmente en datos de pesca experimental en el golfo de Urabá, específicamente en el delta del río Atrato. “Nos concentramos en este sector debido a que está dominado por manglares, que es un ecosistema característico de las zonas tropicales, pero además porque el ecosistema de manglar del río Atrato es el más productivo a nivel mundial”, enfatizó Andrés Hernández. La idea de la investigación es determinar cómo influye en la comunidad de peces que habita ahí.

Conocimiento del sector y redes tróficas

La idea es conocer cómo los peces que habitan en el sector interactúan con sus presas, a través del análisis de redes tróficas. El objetivo general del estudio es caracterizar la red trófica del ensamble de peces en el delta del río Atrato, y a través de su estructura, conocer cómo es el funcionamiento del ecosistema. “Entre otras propiedades, queremos conocer la riqueza de esta red trófica, que es el número de especies que la componen, sus enlaces tróficos, que son las interacciones entre depredadores y presas, y su modularidad, es decir si es una sola red o son diferentes redes que conforman una gran red”, comentó Andrés Hernández.

El estudiante del Magíster en Ecología Marina UCSC enfatiza que la importancia de estudiar el sector radica en conocer el funcionamiento del ecosistema para que a futuro, se tomen decisiones. “En el golfo de Urabá se vienen desarrollando iniciativas para formular un ordenamiento pesquero. Esta información aportará a realizar un buen manejo de las pesquerías de esta región y además a conocer cómo es este ecosistema, cómo se comporta, y si es resiliente, todo lo cual brinda información importante para los futuros proyectos portuarios del lugar”.

Los manglares son tolerantes a la salinidad y se encuentran en áreas estuarinas. “En el río Atrato son importantes porque actúan como zona de reproducción y crianza de peces. Muchas especies de peces se mantienen en este lugar gran parte de su periodo larvario o juvenil, y otras llegan a alimentarse allí como adultos. Además, estos manglares aportan una enorme cantidad de materia orgánica al medio, la que puede ser aprovechada por otros organismos”, enfatizó Andrés Hernández.

El aporte de este manglar al ecosistema acuático ocurre a través de su hojarasca, compuesta por las hojas y tallos del dosel de los árboles que caen al suelo o al agua y se descomponen, y son consumidas especialmente por especies de crustáceos, lo que a su vez son consumidos por muchos peces. “De esta forma la hojarasca se convierte en una fuente de energía del sistema acuático, sirviendo como alimento para los consumidores primarios. Si hay mucha hojarasca también habrá un número considerable de consumidores primarios, y eso permite que existan  muchos consumidores secundarios, y así va incidiendo en todos los niveles de la red trófica que hay en la comunidad”, complementó Andrés Hernández.

Cabe señalar que en el área de estudio se realiza una importante actividad de pesca artesanal, por lo que conocer el ecosistema es clave para las futuras interacciones con peces de interés comercial y otras especies que no, pero que igualmente habitan en el sector.

“Este es el ecosistema de manglar más productivo del mar Caribe y esperaríamos encontrar una red trófica compleja, con muchas interacciones. Gracias a la productividad del ecosistema de manglar y el estuarino, esperaríamos descubrir pequeñas redes que conformarían una red general”, concluye Andrés Hernández respecto a los resultados esperados.